Llamada a filas. El Ejército del Amor de Mario San Miguel

Sobre Mario San Miguel y su canto al amor y la belleza. Poeta, juglar, héroe del siglo XXI y militar del Amor.

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«A veces crecemos haciéndonos pequeños» Mario San Miguel

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Acuarela Clorata de Potasa

¿Cómo escribir esto sin que parezca un párrafo del libro de ciudadanía o – Dios me libre- del de religión. Uno piensa que nadie es tan malo o tan bueno como los personajes de las telenovelas americanas, pero en los tiempos que corren me embarga la sensación de haberme perdido una llamada a filas; los malos son más malos que nunca y los buenos más buenos. Parece que vivimos una caída de caretas alumbrada por la necesidad. Luego están los indecisos, que sospechan de unos y de otros y claro, nunca sabe una por dónde van a salir y terminan de enrarecer el ambiente que es de escepticismo y desconfianza. Eso de andar desconfiando es una lata, casi prefiere una fluir y que le encajen la 13-15 de vez en cuando. Usted señor si es malo maloso no tema al bueno buenoso. ¿Qué es eso de rechazar lo que no se entiende? No tenga miedo, que es usted muy malo y puede con todo, deje que el resto vaya a su bola a ver si crece como la de nieve y cae un alud de bondad que falta hace. ¿Creen que nada tienen que ver con lo que acontece en el mundo? No se puede quejar el que no aporta más que malas vibraciones, quédense ambas. La propuesta de Mario San Miguel puede parecer utópica, pero la utopía está muy buena con patatas y luego le hace a uno crecer más fuerte, es como las adversidades. Sea hedonista – vamos, buena persona- porque nada le reportará más y ahí ya tiene usted su dosis justa de egoísmo. Apostemos por un mundo mejor, ya está bien de apostar por el perdedor, y no barran pa casa que sólo se acumula polvo, pelusas, ácaros y porquería, intentemos derrumbar los cimientos, los valores sintéticos, las falsas necesidades creadas por una sociedad enferma de consumismo,  creamos en nuestra labor, en el arte, en la belleza, en la naturaleza y juntos, entre todos, conseguiremos un mundo superior aunque siempre mejorable. O no, pero ahí queda el intento y uno se muere tan a gusto.

PD: En el Ejército del Amor me han admitido con 8 dioptrías y pies planos, anímense. ¿Se está usted volviendo tarumba? ¿Comienza a habitarle este mundo que habitamos? Pues alístese en el Ejército del Amor de Mario San Miguel. Y ya puestos a pedir voy a regalarle a Cupido el Arco del Triunfo a ver si afina más la puntería.

Madame Bobarín

Una humilde opinioncilla dedicada a todos los que portan incansables músculos intratorácicos de luz y vida como Mario San Miguel,  Iñaki Retenaga, Lucía Montojo, Luis Lasso y Elvis Rythmics.

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A continuación una prosa-poética para niños mayores

Ya surge el sol del mundo nuevo

 El hábito estalló liberando a sus presos

iluminando los oídos de los corazones.

Su haz, recorre el espinazo curvo del horizonte

despertando el pecho que sucumbió al enigma bajo la agria erosión del tiempo.

La noche quedó iluminada por todas aquellas miradas de búho sorprendidas en su regazo.

Cuerpos desnudos que privados de esperanza andaban marchitándose.

“No borrarán las letras que encienden las pasiones

 No recortarán más las uñas a las fieras. No harán más ciegos sin manos”

Si quiera el poeta puede cantar al amor si no puede vivirlo con dignidad

Se aligera la marcha al abandonar la carga. En el camino van quedando las ofensas, la prohibición, la segregación

se yerguen las rodillas blandas plantadas sobre el fango.

No se pueden arrancar los lazos que nos unen al pulso del mundo.

Sólo en el polvo hallamos respeto en nuestra más alta morada;

sobre las esteras del silencio se alza la voz honesta y enciende esperanza.

Poneros en pie y bailar sobre el suelo; que la danza vigorice vuestros pasos

no hay marcha atrás;

una vez las alas se agitan en el pecho con el destino nítido y libre,

se enardece la lucha de la memoria contra el olvido.

Las máscaras que desafían al tiempo se convertirán en abismo de tanto mirarlo

No hay vino para tragar el pan de la vergüenza ahí nos sellen las fuentes

la esperanza bañará el embudo de las gargantas sedientas

Eructemos a favor de todos los vientos amansando la barbarie de los civilizados

Si bajáramos ahora la cabeza nuestros rostros se volverían ceniza

La cuerda de mi soga es vocal. Es tinta, es acción, sois vosotros.

No moriremos de esperar. Despedimos un mundo difunto con los ojos fijos en nuestros hijos

con los párpados cerrados guiados por el latido.

Grita hijo, que tu grito alegre siembre el cielo. Escucha, se oyen las tripas del mundo pidiendo justicia.

En el arte dulce de mi vientre superada despertará tu alegría a los muertos yertos de vivir

con el corazón ausente. Tu grito hace lírico mi grito creciente de luna;

la risa de niño en flor trae el rostro del alba del mundo con el candor sincero

y la libertad de vuestro alma de fuego.

Hemos podado los miedos de las entrañas de nuestros antepasados

para que podáis caminar sobre la tierra húmeda en la que otros se hundieron.

Podéis sembrar entre su quietud y alegrar con vuestros jardines la tierra que no supieron cuidar.

El nuevo pensamiento se cernirá sobre ellos y caerán sus miedos como frutos que alimentan la tierra agradecida.

Se alzarán las aves sobre los campos y toda la memoria.

Veo  los pájaros en el aire mostrándonos su vientre como frentes abombadas cruzando el cielo.

Ya surge el sol del mundo nuevo.

De una tal Guillermina Royo-Villanova

Gracias Mario por ser y darte

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